El Real Madrid medirá la euforia desatada tras el triunfo ante el Barcelona de la pasada jornada en el terreno de un recién ascendido como el Nastic de Tarragona, con la idea en mente de prohibido relajarse y caer en los errores de su última salida ligera a Getafe.
En un breve espacio de tiempo la plantilla del Real Madrid ha vivido los dos caminos a escoger. El problemático, el que eligió en su última salida liguera a Getafe, donde cayó derrotado y salió conjurado para la reacción. Y el esperanzador, el que siguió ante Steaua de Bucarest y Barcelona, en dos triunfos que han levantado el ánimo del madridismo.
Pero Fabio Capello frena la euforia y ha hecho ver a sus jugadores que, por encima del rival, el peligro está en ellos mismos. No quiere relajaciones y avisa de que se encontrarán a un equipo que desea vivir su gran día y "jugará al 110 por cien".
Con la necesidad de secundar el triunfo ante el Barcelona con tres puntos en Tarragona, el Real Madrid acude a la cita sin David Beckham ni Michel Salgado. El inglés jugó con molestias en Copa del Rey y lo ha pagado, mientras que el gallego ya recuperado, busca recuperar el tono físico adecuado para regresar.
Raúl González será fijo en el ataque.