Familiares de una mujer en coma y un grupo de manifestantes iniciaron ayer una vigilia en protesta por la orden de un tribunal de Florida de desconectar el próximo miércoles a Terri Schiavo de la máquina que la mantiene con vida.
Los padres de Terri y otras diez personas se apostaron frente al Woodside Hospice, en el condado de Pinellas, en la costa oeste floridana, donde la mujer ha estado desde 1990, tras sufrir un ataque cardiaco por una bajada de potasio en el organismo.
El esposo de Terri, Michael Schiavo, obtuvo autorización de un juez para que el miércoles se proceda a desconectar a la mujer del tubo por el que recibe alimento. El retiro del máquina está previsto para las 14.00 horas local y se espera que Terri, de 39 años, muera en un lapso de dos semanas.
La orden fue ratificada después de una larga batalla judicial librada por el esposo de Terri y los padres de ésta, quienes han solicitado que les permitan suministrar terapia a su hija porque aseguran que responde a algunos estímulos. El Tribunal Supremo de Florida ha rechazado en dos ocasiones intervenir en el proceso. |