Montesinos protegía a "Los Camellos"

Redacción
Crítica en Línea
El presidente Alberto Fujimori admitió ayer que mantenía contactos telefónicos con el ex asesor de inteligencia Vladimiro Montesinos Torres, «sobre todo para velar por su seguridad», ya que había participado exitosamente en la captura de importantes cabecillas del narcotráfico. Seguidamente, el mandatario citó el caso de Boris Foguel Ysuengas, quien se encuentra preso en Ciudad de Panamá, cuya organización «Los Camellos» pondría supuestamente en peligro la integridad de Montesinos. Precisamente, el fin de semana La República entrevistó a Foguel, quien efectuó una serie de revelaciones sobre los contactos «Los Camellos» y en particular de los vínculos que sostiene uno de los cabecillas, Bruno Chiappe Ebner, con el abogado Javier Corrochano Patrón, conocido por su amistad con el ex asesor Montesinos. Al parecer, el presidente se adelantó a las explosivas declaraciones que formuló desde su celda Boris Foguel, que a continuación se consignan. El panameño Boris Foguel Ysuengas, acusado en el Perú de ser uno de los cabecillas de la organización de narcotraficantes «Los Camellos», actualmente detenido en la prisión «La Joya» de esta capital, declaró para La República que el ex asesor Vladimiro Montesinos Torres habría protegido a los propietarios de las dos toneladas de cocaína que se descubrieron en un frigorífico del Callao, el 31 de marzo de 1999. También afirmó que «Los Camellos» tenían entre sus contactos al ex congresista oficialista Alejandro Abanto Pongo, quien fue suspendido en sus funciones para ser sometido a proceso por una denuncia por supuestos cobros indebidos. Según Foguel, los verdaderos dueños de la droga eran el empresario pesquero Blasco Aurelio Núñez Velasco y su amigo Bruno Chiappe Ebner. Núñez fue librado de toda responsabilidad, mientras que Chiappe solicitó acogerse a la Ley de Arrepentimiento, lo que fue denegado. La versión de Foguel indica que Blasco Núñez mantenía estrecha amistad con el parlamentario Abanto Pongo. Foguel, quien es procesado en Panamá por los delitos de tráfico de drogas que cometió en Perú, señaló que su presunto cómplice, Bruno Chiappe Ebner, lo fue a buscar a La Habana, Cuba, luego que la policía inició su búsqueda con relación al hallazgo de droga en el Callao. En esa ocasión, de acuerdo con la manifestación de Foguel que también consta en la Fiscalía de Panamá y cuya copia posee La Repúblicaó Chiappe le aseguró que «iba a arreglar todo el problema». Y seguidamente añadió: «Pero le iba a costar una fuerte suma de dinero, él me habla de que la persona que iba a arreglar todo era el hombre fuerte de Montesinos. Esas fueron sus palabras. Según me explicó, ese hombre fuerte era Javier Corrochano (Patrón)», abogado amigo de Vladimiro Montesinos. Para Boris Foguel, la presencia de Javier Corrochano en el caso indicaría la intromisión del exasesor Vladimiro Montesinos, ya que públicamente el abogado ha señalado que es amigo de éste. Incluso Chiappe le llegó a decir: «Me dice que Corrochano le había dicho que con medio millón de dólares arreglaba todo el problema. (Después) me dijo que ellos se contactaron con Perú y dijeron que eran ochocientos mil dólares, que eran quinientos mil para las autoridades policiales y trescientos mil para la persona que tenía los contactos». Es decir, que se encontraba vinculado a ciertos niveles del poder que estaban en condiciones de «resolver» la situación de Bruno Chiappe y de la organización.
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En esa ocasión, de acuerdo con la manifestación de Foguel que también consta en la Fiscalía de Panamá y cuya copia posee La Repúblicaó Chiappe le aseguró que «iba a arreglar todo el problema». Y seguidamente añadió: «Pero le iba a costar una fuerte suma de dinero, él me habla de que la persona que iba a arreglar todo era el hombre fuerte de Montesinos. Esas fueron sus palabras. Según me explicó, ese hombre fuerte era Javier Corrochano (Patrón)», abogado amigo de Vladimiro Montesinos. Para Boris Foguel, la presencia de Javier Corrochano en el caso indicaría la intromisión del exasesor Vladimiro Montesinos, ya que públicamente el abogado ha señalado que es amigo de éste. Incluso Chiappe le llegó a decir: «Me dice que Corrochano le había dicho que con medio millón de dólares arreglaba todo el problema. (Después) me dijo que ellos se contactaron con Perú y dijeron que eran ochocientos mil dólares, que eran quinientos mil para las autoridades policiales y trescientos mil para la persona que tenía los contactos». Es decir, que se encontraba vinculado a ciertos niveles del poder que estaban en condiciones de «resolver» la situación de Bruno Chiappe y de la organización.
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