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EDITORIAL
Descubrimiento de América
Los esfuerzos visionarios del navegante genovés Cristóbal Colón se materializaron con el arribo a las costas isleñas de San Salvador, hoy isla Wattling (en Las Bahamas), el 12 de Octubre de 1492, dando inicio al proceso de asentar la hispanidad imperial en tierras americanas. El almirante nació en Génova el año 1451 del matrimonio de Domenico Colombo y Susana Fontanarossa. Cuenta la historia que fue un autodidacta que navegaba cuando aún no había cumplido 20 años. Convenció a los Reyes Católicos para que financiaran la empresa del descubrimiento, quienes le concedieron los títulos de Almirante, Virrey y Gobernador de las nuevas tierras que descubriera. Así zarpó del Puerto de Palos el 3 de agosto de 1492 con las naves la Niña, la Pinta y la Santa María. El 12 de octubre de 1492, Rodrigo Sánchez de Triana, divisó tierra. Colón pensó que había llegado a China y descubierto varias islas de la costa oriental de Asia, sin saber que estaba ante un nuevo continente. Sin duda el llamado descubrimiento de América permitió a los conquistadores españoles legarnos o imponernos su cultura, idioma, valores y creencias. Hoy, los cambios modernos de la globalización reclaman de las naciones surgidas de la colonización española en América, consolidar unidades de mayor importancia, apuntando a la búsqueda de la América en país unitario, la Patria Grande. El Día de la Hispanidad, conmemoración del arribo triunfal de Colón, también conlleva a recordar la situación de nuestros indígenas, para los cuales la llegada del imperio español no fue más que una invasión. Resulta inaceptable que las etnias indígenas arrinconadas perezcan en abandono y opresión. La pobreza indígena es profunda y hay una serie de factores de exclusión en perjuicio de los 197,000 integrantes de esas etnias que viven en extrema pobreza. Lo correcto será establecer una adecuada relación entre el Estado y los pueblos indígenas en el marco del respeto, la identidad, los valores y la cultura indígena.
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PUNTO CRITICO |
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