Con la muerte de Al Oerter, el mejor discóbolo de la historia, "el atletismo ha perdido a uno de sus mayores héroes", según el presidente de la IAAF, Lamine Diack, que definió al atleta estadounidense como "un coloso".
Al Oerter murió el lunes a los 71 años tras ser ingresado en un hospital de Florida aquejado de hipertensión y problemas cardiacos, con los que tuvo que convivir desde su infancia.
Oerter, nacido en Astoria (Nueva York), ganó cuatro medallas de oro consecutivas en los Juegos Olímpicos de los años 1956, 1960, 1964 y 1968, algo que solo él y Carl Lewis han logrado hasta ahora.