Fuerzas armadas dicen que apoyan plan de paz, a pesar de asesinato de policías

Bogotá
AFP
El comandante de las Fuerzas Armadas de Colombia, general Fernando Tapias, dijo este viernes que los militares apoyan el plan de paz del Gobierno con la guerrilla marxista de las FARC, a pesar del asesinato de tres policías antidrogas que se escaparon de un selvático campamento rebelde, donde permanecían como rehenes. "Nosotros apoyamos las determinaciones que tomó el presidente (colombiano, Andrés Pastrana, de seguir adelante con el proceso de pacificación)", declaró Tapias a los periodistas. El Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) están por iniciar la fase de negociación de una agenda concertada de 12 puntos, que contempla reformas económicas, políticas y sociales, la modernización del Ejército, las relaciones internacionales y la lucha contra el narcotráfico, entre otros asuntos. Tapias condenó ayer viernes como "aberrante" el asesinato de los tres agentes, que fueron baleados en la selva del sur del país. Los comandantes del Ejército y la Policía han anunciado que demandarán ante organismos humanitarios internacionales al grupo marxista por haber baleado a los policías "en total estado de indefensión". Los cadáveres de los tres efectivos fueron hallados el miércoles pasado en un paraje rural del departamento de Vichada (sureste) por un comando de elite de la Policía que los buscaba desde el 2 de septiembre, cuando se escaparon del campamento guerrillero junto con otro agente, un soldado y tres rebeldes desertores. Médicos forenses intentan establecer la identidad de un cuarto cadáver encontrado en la fosa común donde estaban los de los agentes antidrogas, entre los que figuraba un capitán. Unidades de la Policía Antinarcóticos, el Ejército y la Fuerza Aérea Colombiana continúan la búsqueda en Vichada del otro policía y el soldado, que fueron secuestrados el 23 de marzo de 1998 cuando realizaban una operación antinarcóticos. La fuga fue confirmada hace dos semanas por las FARC, que señalaron en un comunicado que, antes de escapar del cautiverio, los rehenes dieron muerte a dos guerrilleros y se apropiaron de armas, explosivos y alimentos. En ese mismo documento, la dirigencia rebelde anunció que se había desplegado una operación de búsqueda en Vichada para recapturar a los fugados y "castigarlos con la pena máxima". Las FARC mantienen como rehenes en diversos lugares de la selva a unos 400 militares y policías, secuestrados en operaciones distintas durante los últimos dos años.
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