El hacinamiento, las reyertas, riñas y hasta violación sexual de internos en las cárceles de Penonomé y Aguadulce mantienen alarmada a la Defensoría del Pueblo en Coclé la que solicitó la construcción de nuevas cárceles que sí garanticen la resocialización y la seguridad de los privados de libertad.
Paul Bouche explicó que, por las condiciones en que se encuentras estos centros, es necesario que se estudie la posibilidad de que ambos sean cerrados y se construyan otros con carácter de urgencia que sí reúnan las condiciones de salud para los internos, porque realmente no viven en condiciones dignas, pues aunque hayan cometido graves faltas, no merecen vivir entre ratas.