Brasil "no acepta ultimátum de un gobierno golpista", dijo en Porlamar el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, en respuesta al plazo de 10 días que le dio el Gobierno de Roberto Micheletti para definir el estatus de Manuel Zelaya, quien está en su embajada en Tegucigalpa.
Lula señaló que el depuesto mandatario hondureño es "el presidente legítimo de Honduras" y que su estatus es "huésped de la Embajada de Brasil" en Tegucigalpa.