Devastación y parálisis en Santo Domingo tras paso de huracán

Bacho Pérez / Santo Domingo
AFP

La devastación causada por los vientos del huracán Georges paralizó este miércoles la capital dominicana de tres millones de habitantes, que mostraba miles de árboles derribados y otros objetos en todas sus vías, persistiendo la lluvia y la falta de información sobre las consecuencias del terrible fenómeno atmosférico.

Al anochecer, el ministro de Información, Adriano Miguel Tejada, dijo a la AFP que el Georges dejó más de 70 muertos en República Dominicana, dejando atrás la cifra oficial previa de al menos 12 muertos, un número indeterminado de heridos y entre 400.000 y 600.000 damnificados.

Asimismo, el gobierno del presidente Leonel Fernández declaró a todo el país en "estado de calamidad pública" y "zonas de desastre" a las provincias orientales más afectadas: Higüey, Hato Mayor, El Ceybo, La Romana, San Pedro de Macoris, y parte del Distrito Nacional que comprende Santo Domingo.

El gobierno dominicano ratificó que mantendrá el toque de queda "en las zonas afectadas y durará hasta que permanezcan las circunstancias que lo motivaron" entre las 8 de la noche y 6 de la mañana.

El decreto respectivo autoriza la circulación en las horas del estado de sitio bajo control militar al personal médico, paramédico, de comunicaciones y brigadistas que participen estrictamente en las labores de rescate.

El toque de queda fue implantado la noche del martes, para evitar saqueos y alteraciones de orden público.

Un recorrido realizado al caer la tarde de este miércoles permitió a la AFP verificar los miles de árboles y letreros caídos en todos los barrios capitalinos, que estaban intransitables en su mayoría.

En cada calle del sector Gascue, al sur de la capital y otros de clase media, los vecinos cortaban ramas para poder quitar parcialmente los gruesos árboles que desde entrada la noche del martes bloquearon el tránsito.

Los barrios situados en las márgenes del río Ozama mostraban centenares de pequeñas casas copadas por las aguas, sin que sus habitantes pudieran evacuarlas a lugares seguros.

Desde múltiples medios de comunicación se informó de la incertidumbre que mantiene en la angustia, con precaria alimentación y asistencia a los damnificados, que rondan el medio millón, segun estimaciones de diferentes medios.

La arteria principal de los populosos barrios de Capotillo, Simón Bolívar, 27 de Febrero y Los Mina, mostró cierta reanimación al reanudarse el tránsito de vehículos, pero bajo un cierre absoluto de sus centenares de pequeños negocios.

Las más grandes arterias comerciales, como la calle El Conde y las avenidas Duarte y Mella, en el corazón urbano, también mostraron un cierre completo de las grandes tiendas, la mayoría afectadas por el Georges.

Desde las provincias norteñas del país se reportó una paulatina vuelta a la normalidad, indicándose que no sufrieron daños de consideración.

En cambio, desde las afectadas provincias orientales las informaciones difieren respecto al número de muertos, heridos y damnificados, y coinciden en cuantificar en "millonarias" las pérdidas de la agricultura y por daños en instalaciones diversas.

Al caer la tarde volvieron al aire varias emisoras cuyas antenas se habían desplomado por los vientos, cuando el ojo del huracán envolvió a Santo Domingo al atardecer del martes, pero casi todos los canales televisivos seguían fuera del aire.

Otros reportes señalan que en la cárcel pública de La Victoria, a unos 20 km al noreste del centro capitalino, la polícía disparó y dio muerte a unos ocho reclusos que intentaron fugarse, pero la policía guardaba hermetismo sobre este suceso.

El funcionario Simón Lizardo, quien encabeza la Comisión de Emergencia de la Presidencia, afirmó que se están produciendo 30.000 raciones de comida cada dos horas para ser ditribuida entre los miles de refugiados.

Numerosas personas, sin embargo, llamaban a las emisoras para quejarse por la falta de asistencia.

Las autoridades informaron que el servicio de agua potable será restituido en un plazo de entre 24 horas y cinco días en todo el país, conforme lo permita la topografía de las distintas regiones, y que se dará prioridad a los hospitales, al aeropuerto internacional y a las instituciones encargadas de la seguridad pública.

 

 

 

 

 

 



 

Al caer la tarde volvieron al aire varias emisoras cuyas antenas se habían desplomado por los vientos, cuando el ojo del huracán envolvió a Santo Domingo al atardecer del martes, pero casi todos los canales televisivos seguían fuera del aire.

 

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