El 10 de septiembre las alarmas de la Autoridad del Canal de Panamá se activaron. Con equipo especializado se detectó que un sujeto que portaba una especie de mochila sobre sus espaldas se trepaba al arco este del puente de Las Américas.
¿Terrorista o suicida?, fue lo primero que le vino a la mente a algunos de los funcionarios encargados de la vigilancia, que de inmediato levantaron el auricular de un teléfono rojo que los conecta directamente con la Policía Canalera. De inmediato un contingente de uniformados fue desplazado al área.
Los policías llegaron tarde. Félix Baumgartner ya se había lanzado en paracaídas desde lo alto del puente de Las Américas. Él es un fanático de los deportes extremos y utiliza lugares famosos para realizar sus saltos.
Luego de haber descendido, el acróbata fue detenido por las autoridades de seguridad del Canal y la Policía Nacional, interrogado y luego liberado. Crítica tiene las fotos que registran momentos antes, durante y después del salto de Baumgartner, que en un momento alteró la tranquilidad de los estamentos de seguridad, cuyo nivel de alerta estaba arriba por acercarse la conmemoración de los atentados del 11 de septiembre contra las Torres Gemelas de Nueva York. Una nota de prensa, referente al salto del ciudadano austriaco, revela que Baumgartner llegó a las 5am al puente. A las 8:15am, luego de esperar a tener las mejores condiciones climatológicas y los rayos del sol, el hombre saltó, ante la mirada de los que conducían por la vía que une a Panamá y las Américas. Se pegó una bandera panameña a su pierna izquierda y abrió el paracaídas 4 segundos después de dejar la estructura.
"La forma del Puente es ideal y el salto fue perfecto" fue el comentario del atleta europeo después de su aventura judicial.
Agrega el comunicado de prensa que la hazaña de Félix en Panamá se unió a otras tantas que ya realizó: Cruzar volando el Canal de la Mancha (de Inglaterra a Francia) con un ala de fibra de carbón atada a su espalda; el salto desde el edificio más alto del mundo, las Torres Petronas de Kuala Lumpur, Malasia, de 451 metros; el del lugar más bajo, la estatua del Cristo Redentor en el cerro Corcovado de Río de Janeiro, Brasil, de apenas 29 metros de altura; y el salto del Mandalay Bay Casino de Las Vegas, Estados Unidos.
"El panameño es amable, amistoso y agradable", dijo el austriaco sobre su impresión de los panameños.