Más de 40 personas murieron en Irak, 23 de ellas en tres atentados suicidas en Bagdad, un día después de varios ataques sangrientos reivindicados por la red Al Qaeda como respuesta a la ofensiva norteamericana en el foco rebelde de Tall Afar.
Tres atentados suicidas con coche bomba contra policías iraquíes sacudieron la capital con un saldo de al menos 23 muertos.
Además, 12 iraquíes, entre ellos cuatro policías, murieron en varios incidentes en varias partes del país, y se encontraron los cadáveres de otras ocho personas, según fuentes de las fuerzas de seguridad.
Los atentados del jueves se producen después de la muerte de unos 150 iraquíes el miércoles, la mayoría en una serie de atentados con coches bomba en Bagdad.