Atados, amordazados, uno de ellos con los genitales mutilados, fueron hallados los cuerpos descompuestos de dos hombres flotando en el lago artificial de la Hacienda Santa Ana, ubicada en Lago Mar, en San Carlos, propiedad del ex legislador Joaquín Franco III.
Una de las víctimas resultó ser el chiricano Neris Enrique Grajales Concepción, de 56 años, quien tenía los órganos genitales mutilados. Él se dedicaba a transportar verduras hacia Panamá.
El más sorprendido de ese hecho fue el dueño de la hacienda, quien dijo que eran personas desconocidas a quienes sus empleados encontraron flotando en el lago la tarde del miércoles, atraídos por el mal olor.
Informes revelan que el transportista Neris Enrique Grajales Concepción salió de Chiriquí con una carga de plátanos con destino a Panamá, y que la última vez que tuvo comunicación con su esposa fue la tarde del lunes, cuando le dijo que estaba saliendo de Panamá.
Precisamente el lunes, a eso de las 10:00 de la noche, vecinos de Las Lajitas, en Santa Rita, en La Chorrera, escucharon detonaciones y lo comunicaron a las autoridades.
En el lugar encontraron el camión que conducía Grajales, el cual estaba parcialmente quemado. En su interior había perfumes, zapatos y licor, que no era lo que usualmente transportaba.
Hasta la tarde de ayer, jueves, no se conocía la identidad del otro ejecutado, ni tampoco el móvil de esos crímenes, aunque por las características de sus muertes parecen tener relación con el narcotráfico.
Con esas dos víctimas aumentan a 5 las ejecuciones registradas en el área Oeste desde el sábado hasta la tarde de ayer, ocurriendo 3 en el distrito de Arraiján y las dos últimas en el distrito de San Carlos.
Las autoridades no descartan que esas muertes guarden relación con el narcotráfico por la forma en la que se encontraron los cadáveres y los antecedentes que se tienen en estas áreas, cuyas costas desprovistas de seguridad son aprovechadas para el trasiego de drogas.
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