La presión de grupo es una poderosa fuerza. Todos hemos sentido la presión de actuar de una forma inmoral o ilegal "porque todo el mundo las hace", o porque una gavilla de "amigotes", nos incita insistentemente, cuestionando nuestra hombría y valor si nos negamos.
Parece que la vergüenza momentánea de ser llamado un "gallinón", es peor para nostros que meternos en un serio problema que podría costarnos muy caro.
Y somos sometidos a esta presión desde temprana edad. Grupos de niños se organizan para todo tipo de travesuras, desde "rofear" al estudiante nuevo, hasta robarse exámenes y organizar sofisticadas redes de copia. Para todo esto se necesita más de uno, y con frecuencia, el que más dudas tiene de entrarle a las maldades, es el que recibe mayor presión. Y si todo se descubre, se convierte en el chivo expiatorio de los demás.
Algunos niños y niñas ceden ante la presión de grupo porque quieren caer bien, ser aceptados o porque se preocupan de que otros se burlen de ellos si no se unen al grupo. Otros ceden porque tienen curiosidad de probar algo nuevo que estos compañeros ya están haciendo. La noción de que "todo el mundo lo hace" puede influenciar a que otros niños(as) se olviden de su buen juicio y de su sentido común.
Si se niegan a someterse, la presión de grupo se convierte en represión de grupo. El pequeño es apartado, ridiculizado y le hacen la vida imposible. Es muy difícil para un niño o niña resistirse.
Lo mismo pasa en la adolescencia, y hasta en la adultez. Las pandillas callejeras son un ejemplo de eso. El narcotráfico recluta nuevos sicarios y mulas a punta de presión de grupo y una buena cantidad de billetes.
Es difícil ser el único que rechaza la presión de grupo, pero tú puedes lograrlo. Prestando atención a tus creencias y a lo que tu consideras que está bien o mal puede ayudarte a hacer lo correcto. Tu fortaleza interna y la confianza en tí mismo pueden ayudarte a mantenerte firme, rechazar los intentos de otros para convencerte, y resistir a hacer algo que tu consideras incorrecto.
Algo que puede ayudarte es tener como mínimo a otro compañero o amigo que también esté dispuesto a decir "no". Esta medida le quita mucho poder a la presión de grupo y hace mucho más fácil resistir a sus influencias. Es muy bueno que tengas amigos con valores similares a los tuyos quienes te respaldarán cuando no quieres hacer algo determinado.