La selección española desea dar hoy un nuevo festival de fútbol en el estadio Romano de Mérida, exigiéndose ante la débil Estonia más que un simple triunfo, con Vicente Del Bosque dando continuidad a su nuevo sistema, 4-3-3, en el primer día en el que la Roja puede certificar su pase al Mundial 2010.
España puede ser mundialista si gana su encuentro y Bosnia-Herzegovina no derrota a Turquía en el duelo por el segundo puesto del Grupo 5.
La Roja firma un inmaculado pleno de triunfos, siete de siete, y con 21 puntos aventaja en seis a Bosnia, que en caso de no vencer ya no tendría margen de recuperación a falta de dos jornadas, en las que España jugará a domicilio ante Armenia y precisamente Bosnia.
La goleada a Bélgica del sábado en Riazor (5-0) ha hecho recuperar a España las mejores sensaciones, la confianza que condujo al éxito en la Eurocopa. El traspié de las Confederaciones ante Estados Unidos y la primera mitad en el amistoso veraniego en Macedonia, habían dejado dudas que se han borrado de un plumazo.
Para ello Del Bosque deja su sello. Da con la tecla al inventar un nuevo sistema que fulmina el debate de la compatibilidad de Fernando Torres y David Villa, de dos puntas o cinco centrocampistas. La entrada de un delantero más y el equipo moviéndose al ritmo de tres medios, ha vuelto a sacar la mejor de las caras de la selección.
Tan feliz acabó el seleccionador de la goleada a Bélgica que su idea era repetir el equipo mara este miércoles.