Pensé en eso hace días, cuando en Volcán quise comprar unas píldoras para "el hígado". Quería tener mejor digestión.... El joven me mostró un frasco y comenzó a leer "todo lo bueno que hacía".Cuando iba por la décima enfermedad lo detuve. Le dije que estaba algo caro y lo pensaría...
Realmente tuve un sencillo razonamiento: ninguna pastilla puede curar tantas enfermedades.
Luego comencé a recordar la "moda" de algunos medicamentos milagrosos, que causaron optimismo en muchos panameños. Mi mente se fue por el "túnel del tiempo..."
Recordé el gran impacto que hizo la llamada Jalea Real, que decían podía rejuvenecer y mejorar la salud de las personas.
A pesar que eso ocurrió hace más de treinta años, en algunas farmacias puede encontrarla.
Campañas radicales, testimonios de personas "mejoradas", etc. rodearon este y otros medicamentos.
Así pasó con el "Cartílago de Tiburón", que podía "prevenir" el cáncer. Alegaban que los tiburones no sufren el cáncer y tenían un "antídoto". Todavía se vende...
Años más tarde llegó la moda del "Noni". Incluso en Panamá se sembraba hasta en los patios familiares. Supe que se exportaba y fue un buen negocio para algunos. Y todavía se vende...
La llamada "Baba de Caracol" hace furor entre algunas damas, quienes quieren que desaparezcan las arrugas de la edad.
También hay ungüentos que le quita muchos males de la piel. Se venden en TV remedios para evitar la caída del cabello. Ni qué decir de pastillas que mejoran la función sexual de los hombres...
Hace años llegó la moda de tomar nuestro propio orine, para mejorar el funcionamiento del cuerpo. Aunque esa receta no cuesta dinero, sí crea sensaciones molestas para algunos.
Me tocó escuchar polémicas radiales sobre lo efectivo o no de esa "medicina".
Nadie duda que la fe y la confianza pueden "mover montañas". Los mismos médicos aceptan que un paciente con buena actitud, mejorará más que otro negativo.
Así que esto a lo mejor es la medicina y la tenemos dentro de nosotros.