Un inhalador de insulina, parecido al que usan quienes sufren de asma, podría acabar con los molestos pinchazos que a diario tienen que suministrarse los enfermos de diabetes.
El dispositivo, que aparecerá por primera vez en el mundo a comienzos del próximo año, ha sido aceptado y avalado por la Administración de Alimentación y Drogas de Estados Unidos FDA.
Un consorcio farmacéutico ecuatoriano-canadiense ha anunciado que producirá en Ecuador los "rapid mist", los nebulizadores de insulina para administración oral, que pretenden sustituir a las prescripciones inyectables.
La presidenta de la empresa canadiense de biotecnología "Generex", Anna Gluskin, anunció una "alianza estratégica" con la compañía ecuatoriana "Pharma Brand" para producir los dispositivos insulínicos.
La planta de producción se instalará este año en Ecuador, con la mejor tecnología disponible, y con el objetivo de abastecer el mercado latinoamericano, precisó Gluskin a EFE.
Aunque evitó comentar el precio que tendrá el producto, Gluskin señaló que los inhaladores serán "asequible a la población" y no mayor a la inversión que los pacientes hacen actualmente por el tratamiento inyectable.
Gluskin señaló que el impacto de la diabetes es tan alto en América Latina que se estima que en 2020 el número de pacientes ascenderá a 40 millones.
El "rapid mist" no pretende sustituir a la insulina inyectable como tratamiento a la diabetes, pero sí se presenta como una alternativa para volverlo "más humano", agregó Gluskin.
COMO FUNCIONA
Los pacientes, explicó, podrán llevar el "rapid mist" en su bolsillo y usarlo durante unos pocos segundos en los horarios de comidas, como se aconseja también en el método inyectable.
Según el director médico de "Pharma Brand", Camilo Félix, el inhalador funciona como un aerosol que se introduce en la boca, se activa y una "neblina de insulina" va directamente a la mucosa bucal, donde se diluye y pasa directamente a la sangre.