La muerte de un perro, ocasionada por una descarga eléctrica de 110 voltios, al hacer contacto su cuerpo con un alambre eléctrico pelado, que había colocado la propietaria de una vivienda a modo de cerca, para evitar el paso de personas por su propiedad, desató este lunes un conflicto entre residentes del sector de Buena Vista, corregimiento de Guadalupe en La Chorrera.
Según residentes del lugar, la propietaria de la residencia, una educadora que labora en el corregimiento de Puerto Caimito, colocó desde hace un mes el alambre, que mantiene electrificado desde que se marcha en horas de la mañana; lo cual fue denunciado ante diferentes instancias.
La propietaria de "Azul", como llamaban al perro electrocutado, manifestó que en lugar de colocar el cable el cable eléctrico, la educadora debió optar por construir una cerca, ya que pudo haber sido un niño de los tantos que acortan camino pasando por el lugar, el que falleciera por la descarga eléctrica.
El sistema utilizado por la educadora es un cable con electricidad, que sale de una de las ventanas de la casa y es atado a una barra de acero en el otro extremo mientras que otro cable va por tierra, cubierto de hierba e igualmente atado al tubo.
Varios de los residentes afirmaron haber acudido a la corregiduría y bomberos y todos ellos afirmaron que el asunto no era de su competencia.