La tuberculosis es una enfermedad infectocontagiosa que afecta tanto al hombre como a los animales domésticos. Es una zoonosis de evolución clínica crónica que se caracteriza por la formación de granulomas nodulares conocidos como tubérculos.
Los animales infectados son la principal fuente de infección para el rebaño, quienes eliminan la bacteria a través de los fluidos corporales (leche, orina, moco nasal, semen). En los primeros estadios de la enfermedad, cuando aún no son visibles los signos clínicos, el animal infectado también puede expulsar Micobacterias vivas por las mucosas nasales y traquéales.
La erradicación de la tuberculosis bovina se ha logrado en muchos países. Los métodos utilizados han dependido de varios factores, pero el único que ha permitido en forma efectiva esta erradicación ha sido la política de “prueba diagnóstica y sacrificio”.
El objetivo de la erradicación de esta enfermedad por muestreo y sacrificio de reactores está orientado a eliminar la enfermedad en un rebaño o zona determinada, disminuir las pérdidas económicas debidas a la enfermedad y proteger la salud pública.