La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) continuó sus averiguaciones y el Pentágono mantuvo su silencio sobre un supuesto espía que habría pasado a Israel documentos secretos estadounidenses acerca de Irán.
Diversas fuentes del gobierno del presidente George W. Bush indicaron que el sospechoso principal es Larry Franklin, un analista que trabaja en la oficina del subsecretario de Defensa para Política, Douglas Feith.
Hoy el Pentágono no hizo comentarios sobre las versiones. La oficina de Franklin no contestó a las llamadas telefónicas.