El clérigo chiíta Moqtada al-Sadr ordenó a sus seguidores deponer las armas y está considerando incorporarse al proceso político iraquí.
Al-Sadr ha ordenado el cese de todas las operaciones militares, dijo Naim Al-Kaabi, allegado de Al-Sadr en Bagdad.
La milicia de Al-Sadr llevaba semanas atrincherada en una mezquita en Nayaf, donde era sitiada por las fuerzas estadounidenses e iraquíes.
El clérigo también pidió a las fuerzas estadounidenses e iraquíes que se retiren del centro de las ciudades de Irak