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Al estilo de las peleas de campeonato mundial de boxeo, el secretario del Frente Anticorrupción, Enrique "Chito" Montenegro y el legislador del Partido Liberal Nacional (PLN), Noriel Salerno, escenificaron un combate dentro de las instalaciones de una pizzería, donde se desarrollaba una conferencia de prensa.
Salerno llegó de manera sorpresiva al restaurante para impedir que un grupo de transportistas lo denunciaran por la supuesta falsificación de 15 cupos de taxis en Aguadulce, sin embargo, la acción del legislador provocó la reacción de Montenegro, quien le exigió al parlamentario que abandonara el lugar.
La negativa del legislador caldeó los ánimos y ambos iniciaron una pelea en donde la peor parte, por peso y estatura, la llevó Salerno, quien recibió un volado de izquierda por parte de Montenegro que lo hizo trastabillar, le arrancaron los anteojos y lo hizo retroceder dos pasos.
El forcejeo continuó y tanto "Chito" como Salerno siguieron cuadrados como dos gallos de pelea encrespados. Salerno invitaba a "Chito" a que salieran a la calle para desquitarse del golpe que le propinó el Secretario del Frente Anticorrupción. A la escena llegaron dos miembros de la Policía Ciclista para poner orden y disciplina.
El legislador del PLN aseguró que no perdió la pelea y que en medio de los empujones logró conectar a "Chito" de manera leve, ya que su altura le impidió alcanzarlo de lleno en el rostro.
"Eres un batracio", le gritaba Salerno a "Chito", mientras manoteaba y le tumbaba una serie de papeles que mantenía Montenegro en sus manos.
"Chito" Montenegro retó al legislador a que presente la denuncia que quiera ante el Ministerio Público y lo acusó de irrumpir en la conferencia para evitar que se divulgara el asunto de los cupos expedidos. Salerno negó que esté involucrado en un negociado para la expedición de certificados de operaciones con fines políticos.
Esta es la segunda vez que un funcionario público se presenta de manera sorpresiva a una conferencia del Frente Anticorrupción. El primero fue el ministro de Obras Públicas, Eduardo Quirós. |