Panamá vive un momento grande en el boxeo. Dos campeones mundiales y futuras peleas titulares dan mucho que hablar día a día.
Muchos recordarán el año 70´, para ser específico un 16 de mayo de este año, cuando se enfrentaron en el gimnasio Roberto Durán Ernesto "El Ñato" Marcel y la leyenda Roberto "Mano de Piedra" Durán.
Esa era una época memorable y la pelea fue recordada como una de las mejores, donde se enfrentaron la crema nata del boxeo local en aquel tiempo.
Recuerdo que dos años después ambos peleadores se amarraron correas de campeones mundiales.
Ahora se vuelve a repetir este fenómeno boxístico casi de igual manera en Panamá. Para ser más exactos un 25 de mayo de 2004 se enfrentaron Ricardo Córdoba y Celestino Caballero en esta capital.
Hoy día ambos peleadores están en la lista de espera para ceñirse una corona mundial. Ricardo Córdoba lo hará este 31 de agosto ante el tailandés Poonsawat Kratingdaenggym.
Celestino "Pelenchín" Caballero tendrá la oportunidad en casa este 15 de octubre ante el venezolano Yober Ortega.
Ambos son púgiles nuevos con mucha sed de triunfo y con grandes oportunidades que no se ven todos los días.
Más difícil está para Córdoba este 31 de agosto, pero creo que con mucho boxeo, puede ganarse al tailandés, incluso por decisión.
Córdoba está en tierra extranjera por primera vez y se siente muy bien y motivado que es lo importante.
No creo que la presión del público le afecte porque es un boxeador que sube a trabajar desde temprano ante los rivales y eso va a hacer este 31 de agosto. Sobre "Pelenchín" puedo decir que la oportunidad que esperaba llegó.
Es un chance que el peleador panameño merecía, ya que dos peleas de eliminatoria en la FIB lo habían dejado en la espera de Israel Vásquez, que nunca ha querido defender ante el panameño.
Pero bueno, así es el destino, ahora Caballero tiene la oportunidad en la AMB. Sería muy bueno para Panamá otra vez que dos de los mejores peleadores que se enfrentaron en una pelea local, tengan la oportunidad de convertirse en campeones mundiales, como ya sucedió con Durán y Marcel.