Dos grupos sunitas iraquíes se declararon en contra del incompleto proyecto de Constitución presentado al Parlamento, mientras el gobierno del primer ministro chiíta Ibrahim al Jaafari defendió el texto.
La principal formación sunita, el Partido Islámico Iraquí, denunció la falta de acuerdo que rodeó la presentación del texto al Parlamento.
El presidente estadounidense George W. Bush urgió a la minoría sunita iraquí -cuyos negociadores rechazaron el proyecto de constitución- a tomar el borrador como un avance, en ese país destrozado por la guerra desde 2003.