El Gobierno del presidente colombiano, Alvaro Uribe, abrió una nueva "rendija" de esperanza para alcanzar la paz en Colombia, al aceptar que la Iglesia católica entable "un prediálogo" con las guerrillas de las FARC y el ELN.
Uribe así lo admitió tras reunirse con la jerarquía católica y no puso condiciones, como en otras ocasiones.
La aceptación gubernamental apunta a retomar los acercamientos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
"El Gobierno acepta el esfuerzo que la Iglesia haga para que se dé un prediálogo que conduzca al cese de hostilidades", dijo Uribe.