Panamá es considerado como un país de "crisol de razas", pero en este territorio se vive algún grado de discriminación contra los afrodescendientes.
Alma Jenkins, oficial asistente de la UNICEF para América Latina y Caribe, manifestó cuando hablamos que el 14% de la población panameña es afrodescendiente, y que no tienen acceso a ser empleada, ni posee las mismas posiciones, estamos hablando de un rechazo racial.
Explicó que a través de la escuela tendría que haber una educación sensible que refleje el orgullo e identificación de los aportes que han realizado este grupo, al engrandecimiento del país, pero contrario a lo que se desea se exalta todo lo malo.
Jenkins expresó que se ha implementado algunos marcos legales para evitar la discriminación, pero aún falta para lograr la igualdad. Argumentó que en Panamá como en otros países no se valoriza la cultura y costumbres de los afrodescendientes.