Se han escuchado comentarios de que las empresas que prestan servicios de celulares pensaron en Panamá como un buen mercado, a pesar de ser pequeño (menos de 2.8 millones de habitantes), porque hicieron un estudio que demostró que hasta el más humilde de los istmeños estaría dispuesto a seguir esa "moda" una vez estuviera en el mercado. Y no se equivocaron. Es increíble la cantidad de gente que no tiene ni para el bus, y anda con ese aparatejo en la cintura. Hacen magia para comprarse uno, y lo andan pifiando a toda hora.
Lo lamentable del asunto es que se gastan el dinero que no tienen en este "lujo" que para muchos representa un sacrificio. Hay profesiones para las que un celular significaría una herramienta de trabajo, pero para las grandes mayorías es dinero que se va por el desagüe.
¿Cómo convencer a la colectividad de que el uso de estos aparatos, en la mayoría de los casos, representa un gasto fútil? Hay que tomar conciencia de las propias limitaciones, y evitar egresos tontos del presupuesto familiar, mismo que hoy día está verdaderamente crucificado |