De familia humilde, la madre de Ronaldo, divorciada, trabajaba catorce horas al día en pizzerías o supermercados para sacar adelante a sus tres hijos. Vivían en el suburbio de Benito Ribeiro, olvidado y lejano como otros tantos arrabales de la zona norte de Río de Janeiro, cuyos habitantes desconocen la paradisíaca zona sur de la ciudad, con sus playas, sus lujosos coches y sus ricas gentes. Ronaldo tampoco conocía esa parte de su propia ciudad, pero no sabía que pronto le llegaría la oportunidad de, incluso, vivir en ella.
En 1996, Ronaldo firmaba un contrato con el F.C. Barcelona por 8 años, y el club catalán pagaba al PSV 20 millones de dólares.
Ha sido internacional por su país, Brasil, en más de una decena de ocasiones, y con su selección fue Campeón del Mundo en 1994 y 2002.
Apenas jugó en el Inter de Milán, que lo fichó en 1997 y todos recuerdan aquella especie de convulsión inexplicable que sufrió horas antes de la final contra Francia en el Mundial de 1998.
Desde noviembre de 1999 Ronaldo se mantuvo prácticamente ausente de los campos de juego. Tuvo una fatídica y breve aparición el 12 de abril de 2000, en la final de la Copa de Italia disputada entre el Lazio y el Inter de Milán. En una frenética carrera con la que pretendía superar a su rival, el portugués Couto, se desplomó.
Desde entonces, el que fuera el rey del fútbol durante su época dorada, alabado incluso por el mítico Pelé, con unos ingresos de 16 millones de dólares anuales (unos 3.000 millones de pesetas), tuvo que abandonar los campos de fútbol e inició una actividad en otros ambientes: el mundo de las artes y la cultura, donde todos le invitan y reciben con cariño, pero donde Ronaldo parece encontrarse incomodo y fuera de lugar.
Dedicado más de seis horas a hacer fisioterapia con su rodilla, numerosos ejercicios en casa y natación, su sueño era volver al terreno de juego. Su esperadísima reaparición se produjo el 19 de agosto de 2001 y completó una brillante actuación en un partido amistoso. Ronaldo jugó 35 minutos, marcó un gol y abandonó el campo con una cerrada ovación.
Antes de finalizar el año volvió a padecer problemas musculares y necesitó varios meses de adaptación para volver a jugar. Las dudas sobre su forma física y las posibilidades de su juego quedaron definitivamente despejadas en el Mundial de Corea y Japón 2002 donde Ronaldo reivindicó su condición de estrella y regresó por méritos propios a la cima del olimpo futbolístico.
Fue el máximo anotador del torneo, suyo fue el único gol que clasificó a Brasil frente a Turquía para la final y también salieron de sus botas los dos goles con los que la selección canarinha eliminó a la poderosa Alemania en el partido definitivo para lograr su quinta Copa del Mundo.
La excelente actuación de Ronaldo en el Mundial colocó al delantero en el punto de mira de los mejores club del mundo y, el último día de agosto de 2002, tras semanas de arduas negociaciones entre el Inter de Milán y el Real Madrid, el equipo merengue fichó al jugador brasileño por 45 millones de euros.
En los últimos días del año, el astro brasileño recogió los dos galardones más presitigiosos en el mundo del fútbol; el "Balón de Oro", de la revista francesa France Football, y el premio FIFA al mejor jugador del planeta. Varios meses después, también recogió dos premios Laureus como integrante de la selección brasileña y como mejor deportista de 2002.
Para esta campaña el "fenómeno" quiere hacerse de la liga española y conquistar por primera vez la famosa Liga de Campeones.
GOLES CON REAL MADRID
En tres temporadas en la liga española, Ronaldo ha marcado 68 goles. 23 en la temporada 2002 / 2003, 24 en la temporada 2003 / 2004 y 21 en la 2004 / 2005.