Sencillo, perseverante y humilde. Así es el pesista chiricano Víctor Víquez quien, en los recién finalizados XV Juegos Deportivos Bolivarianos que se disputaron en Colombia, se alzó con tres preseas: oro, plata y bronce, convirtiéndose en el deportista criollo más sobresaliente en la cita deportiva.
Nacido el 23 de septiembre de 1982 e hijo de Ceisi Artunduaga, Víquez cuenta que empezó en la disciplina de levantamiento de pesas a los 12 años de edad y, desde entonces, ha ganado varios torneos en el ámbito nacional e internacional.
Ayer, en el Salón Amarillo de la Presidencia de la República, el atleta recibió un reconocimiento por parte de las autoridades deportivas y del presidente Martín Torrijos. Nos contó, que la vida no es nada fácil: "No tengo trabajo fijo, a veces me desempeño como decorador de interiores", comentó.
Luego que la Contraloría devolviera sin refrendar los cheques por valor de 150 dólares que se destinarían para la delegación que asistiría a la justa bolivariana, Víquez vio su participación en peligro. Fue gracias a una fundación denominada Pro Atletas que pudo hacer el viaje a Colombia un día antes de la competición.
Como mandan los cánones en materia de entrenamientos, el chiricano trata de dar siempre lo mejor de sí. Su base es el gimnasio de Concepción, Bugaba, donde práctica bajo las órdenes de Benedicto Chacón.
Víquez es el menor de 9 hermanos y tiene como objetivo fundamental llegar a estar en los Juegos Olímpicos de Beijing, China, 2008. "Me prepararé para los Juegos Centroamericanos que se realizarán en diciembre en Guatemala y El Salvador, y para todas las competencias del ciclo olímpico", indicó el triple medallista, quien tiene la esperanza de seguir cosechando triunfos para su país y para su amada provincia de Chiriquí.