Chitré: un mundo de oportunidades para todos
Angel Santos Barrios
Azuero / Epasa
En la avenida Herrera de Chitré, en una acera que mide menos de 50 metros de largo por uno de ancho, se encuentran dos mueblerías, un banco, dos hoteles, cuatros almacenes, dos fotoestudio, oficinas del Seguro y de abogados, una decena de billeteros, dos sombreros, un vendedor ambulante de artículos de cuero, entre otros. También se encuentran dos "no videntes", quienes reciben de los caminantes en sus sombreros monedas de cinco, diez y hasta veinticinco centésimos, algunos se pierden entre la regadilla del alcantarillado, pero casi todas las atrapan en el vuelo. En este pequeño espacio es común ver a los vendedores de sombreros pintados y de trabajo, hechos en La Pintada de Coclé, por lo que varias generaciones de chitreanos, lo han visto allí. Y qué decir de don Eusebio Domínguez, que desde 1969, se encuentra en el mismo sitio vendiendo sus billetes de lotería, ya sus clientes le piden sus números suscritos sin bajarse de sus carros. De igual forma ocurre con los hermanos Villareal propietarios de la Barbería Habana, primera en tener aire acondicionado en Chitré, aunque los Villarreal no son cubanos ni tienen parientes de ese país, respetaron la solicitud de su primer dueño, un chiricano que se la vendió, por los años 60 y le pidió que no se cambiara el nombre. Carmen de Bazán, tiene 22 años de tener en ese sitio un puesto de periódicos nacionales y revistas, a las 11:45 a.m. los únicos periódicos que no tenía eran La Crítica y El Panamá América, los demás estaban allí. El vendedor ambulante de frutas y legumbres, se encuentra allí y es "comiquísimo" escucharlo pregonar sus productos, especialmente la fruta "noni", cuando vocea que es más efectiva que la viagra. Esta es una muestra para Panamá y el mundo, que en Chitré hay oportunidades para todos. Sólo hemos mostrado lo que ocurre diariamente de lunes a domingo en tan sólo a 50 metros de acera, así que pueden imaginarse el desenvolvimiento comercial en el resto del lugar. Esta es una pequeña muestra de un pueblo del interior, que día a día brinda oportunidades para su gente y su familia. ¡Ah! ...y en esos 50 metros de actividad comercial reina la paz y tranquilidad de confortable familiaridad, y sobra el tiempo para la conversa y las preguntas de lo que ha ocurrido en la ciudad las últimas horas. Es tanto la tranquilidad en ese sector, que un gran perro negro duerme todos los días en el mismo lugar debajo de un carro.
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