"Con el corazón en la mano" quedaron los pasajeros de las "chivitas" número 70 y 89 de Los Cántaros, la noche del viernes.
Según los afectados, esa noche, como a las 10:00, iban para sus casas luego de un largo día de trabajo, cuando a los conductores les dio por hacer regatas disputándose los pasajeros desde el centro comercial La Doña.
Uno de los conductores decía: "Éste no me va a ganar" y le hundía el pie al acelerador, mientras que a su lado, rebasando el carril, se oía rugir el motor del otro.
La carrera duró hasta llegar a El Parador, donde uno cedió, pero igualmente, los pasajeros se sentían aturdidos, ya que producto de la inconsciencia e irrespeto de los conductores, ellos pasaron un gran susto.
C: ¿Por qué no se bajaron?
Pasajero: Porque resulta que para allá (Los Cántaros) no hay buses y uno tiene que coger e primero que llegue porque si no, no llegamos a nuestras casas.
"Ya está bueno de esto. La Ley debe actuar y poner rienda a esta gente que cree que nosotros somos vacas u otros animales que llevan para el corral", exclamó una señora que temblaba del coraje y del miedo.