La noticia fría indicaba que el año pasado la Fiscalía Auxiliar recibió doscientas nueve denuncias por violación carnal. Pero la realidad de este delito es horrible.En primer lugar, se calcula que por cada denuncia ante las autoridades, hay otras que se callan.
Mujeres violadas (y hasta hombres) prefieren quedarse callados.
No quieren pasar la vergüenza de que otros se enteren.
Existen personas que piensan que una mujer violada tiene alguna culpa, lo que no es cierto.
También se sabe que este delito es difícil de probar. La mayoría ocurre "en privado". El violador y su víctima. Sin testigo ni otras pruebas para condenar.
Claro que existe la prueba de ADN, pero no siempre se consigue este examen.
Muchas violadas, no importa su edad, ya sea aquí o en otros lugares, quedan traumatizadas. A veces, este daño psicológico dura tiempo y le impide tener una vida sexual normal.
Estudios hechos en todo el mundo indican que muchas veces el violador está en el llamado "círculo familiar".
Incluso, hay casos que ocurren con parientes...
No es cuento que "hay que cuidarse de los primos", que algunas madres avispadas advierten a sus hijas.
En mi vida periodística y de profesor, me he enterado de varios casos de este horrible delito.
A veces, taxistas desalmados lo cometen. Otras vecinos. Y tenga cuidado al asistir a discotecas. Un seguridad de una de ellas lo escuché hace años jactándose de que tenía un "perfume" que atontaba a las muchachas, para llevárselas como borrachas y abusarlas.
Es recomendable tener precauciones para evitar las violaciones. No ir a sitios desconocidos, cuidado con sus acompañantes. No se confíe de vecinos y hasta parientes. Y luche si puede para evitar el delito.
Pensar que el año pasado se dieron más de quince denuncias de violación por mes, es una realidad que merece ser tomada con seriedad por las autoridades.
También es un tema que hay que conversarlo. Uno de los problemas que sufren las (o) afectados es que a veces no pueden compartir con otros el hecho.
A todos los niveles escolares sería bueno que la Policía de Familia iniciara un programa preventivo. Incluso, se podría orientar sobre cómo defenderse, en caso de que lo pueda hacer la víctima.
Este es un delito que se prefiere mantener escondido, aunque la realidad indique la gran cantidad que hay. No escondamos la cabeza en la arena...