El asesinato a tiros de Luisa Ceballos Salazar, de 36 años, por el sargento Andrés Acosta, ha conmocionado a las familias de la provincia de Colón.
En el pequeño cuarto donde vivía la mujer junto a sus hijos Yauriset Ortiz y Julián Macías, se realizan los rezos.
El cuarto que antes estaba lleno de alegría está en silencio, el único ruido son los lamentos de la familia y sobre todo de la madre de Luisa, quien está enferma de cáncer.
La anciana llora la partida violenta de su hija, que según asegura, era muy apegada a todos, y acostumbraba a visitarlos en el sector de Chagres, donde viajaba algunos fines de semana. Todos piden justicia para que el crimen de Luisa no quede sin castigo.
El viernes será el sepelio de esta mujer, que se ganaba la vida como doméstica en la casa de un doctor desde hace tres años.