El regreso del delantero Cuauhtémoc Blanco a la selección mexicana representa la vuelta a casa del chico malo del fútbol de su país, al que le ha dado mucho, aunque siempre con tintes de escándalos y polémicas.
A los 35 años de edad, Blanco regresa al equipo nacional listo para aportar su talento en la eliminatoria mundialista, aunque sin renegar de su imagen de irrespetuoso.