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Es oportuno referirse al incremento de las apuestas en el hipódromo, entre las carreras locales y las de simulcast, en las dos últimas semanas; debido a que algo se tuvo que hacer bien, porque no creo que haya sido producto de la casualidad o que la suerte estuvo del lado de los administran el coso juandieño.
Tomando en consideración la situación económica reinante, difícil para todos; sin duda, que es buena, aunque pienso que puede ser mejor, porque el público apostador debe recibir mayor información sobre las carreras, es un derecho legítimo e irrenunciable que tiene. Ya basta de distraer la atención en comentarios triviales y no hípicos, que no coadyuvan en nada al que puede hacer que las cosas tomen un rumbo positivo, que en el fondo beneficiaría a toda la actividad.
El hípico común, el que concurre y juega en las agencias, sigue quejándose que muchas veces no tienen suficiente información para efectuar sus apuestas, incluyendo en ocasiones se quedan sin realizarla. Además, necesita tener a tiempo los cambios y retiros, partiendo por allí; más si se trata de jinetes profesionales y/o aprendices en determinada carrera, así como los relacionados al peso. Situación que se da con muchísima frecuencia a los eventos locales.
Hay que ofrecerle mayor orientación al cliente (público apostador), pero no con comentarios faltos de veracidad, en los cuales se refleja un claro desconocimiento de la condición de un determinado ejemplar. Deben transmitirle al hípico lo que no sabe y desde luego le interesa para tener éxito en cualquier apuesta que quiera realizar.
Claro que la información no va a ser garante de que cuando efectúe su jugada será un seguro ganador, eso no sucede en ninguna parte del mundo, porque existen una serie de factores que influyen en el resultados de una carrera, tales como: la partida, el interés no que le ponga el jinete a su cabalgadura, la preparación (entrenamiento), la medicación o tratamiento que se le haya dado al caballo, etc.
Reitero, hay muchas factores en una carrera, pero también considero que se aplican sanciones ejemplarizantes a los que incurren en actos dolosos o ilegales, que violentan flagrantemente el normal desenvolvimiento de las carreras de caballos.
¡Se puede hacer más y mejor las cosas!
Amett Pérez K.
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