Crítica en Línea
Mucho luto y dolor es lo que siente la familia de la construcción. Tres de los cuatro obreros que fallecieron la semana tras un alud, recibieron , ayer cristiana sepultura, en diferentes iglesias.
En medio de un radiante sol, se llevaron a cabo en la ciudad capital y la provincia de Chiriquí, las honras fúnebres de Juan Antonio Ramos Rodríguez, de 45 años, en La Siesta de Tocumen; de Isaac Eloy Pérez, de 30 años, en Santa Ana, y Juan Boniche, de 19 años.
La iglesia de Santa Ana acogió los restos mortales de Isaac, en medio de lágrimas y lamentos. Una joven madre queda sola para luchar con sus tres pequeñas hijas, que no tendrán la oportunidad de crecer sintiendo el amor y el calor de su padre.
La familia de Isaac Eloy visiblemente consternada, no podía creer que esa sería la última vez que verían su rostro, sobre todo su abuela, a quien familiares y amigos no le permitieron acompañar los restos de Isaac. El dolor que embargaba su pecho no le permitía encontrar la resignación.
El cuerpo inerte de Isaac Eloy, fue transportado en hombros por familiares y amigos desde la Iglesia de Santa Ana hasta el cementerio Amador, donde todos los presentes tuvieron la oportunidad de brindarle sus respetos y su último adiós.
En tanto, en la Iglesia San Maximiliano María Kobbe, del sector de La Siesta de Tocumen, se realizaron las honras fúnebres de Juan Antonio Ramos Rodríguez.
Familiares y compañeros del hoy occiso, se unieron entre lágrimas y lamentos para rendirle su tributo.
Compañeros de trabajo del Grupo Corcione, donde laboraba Ramos, se hicieron presentes y leyeron una resolución lamentando la tragedia que los ha llenado de luto.
En tanto, el sepelio de José Boniche, se efectuó en Puerto Armuelles.
Hace algún tiempo este joven que vivía en la comunidad de La Victoria, a pocos kilómetros de Puerto Armuelles, había viajado a la ciudad capital en busca de mejores días, no obstante, un derrumbe acabó con su existencia mientras trabajaba para un proyecto en construcción.
Unos 45 compañeros de trabajo que viajaron en un bus desde la ciudad capital. Junto a ellos, una gran multitud de personas que lo conocieron, estuvieron presentes en la iglesia para luego caminar con el féretro hasta el camposanto, en medio de lágrimas y lamentaciones.
Se trató de una ceremonia tranquila con gran cantidad de ofrendas florales y varios representantes de la empresa constructora Corcione, mezclados entre el público.
Los que también estuvieron en medio del sepelio fueron algunos miembros del Suntracs, capítulo de Chiriquí, que además de hacerse presentes en el acto, llevaron una corona de flores que pusieron sobre la tumba del joven fallecido.
Boniche cumpliría sus 20 años en el próximo mes de octubre.