Cuando un panameño se gana los cuatro números de la Lotería y de pronto hace mejoras en su casa, se compra un carro y se va de paseo con su familia, la gente que le envidia comienza a rumorar que anda en trampa. "Ese anda en algo raro", "creo que ese man vende droga" "mira el carro que se jala...nombe..ese debe tener contacto con la mafia". Así es el panameño. No puede ver que alguien prospere porque ya lo andan criticando.
En todas las esferas hay pirañas. Sí, esas mismas que devoran todo lo que toca el agua donde habitan.
Simplemente son sujetos llenos de maldad y con pocos deseos de que su prójimo progrese.
El mundo real está lleno camaleones. Gente que dice que es azul, pero en realidad tienen un color morado por dentro, es decir, gente que dice estar contigo, pero en realidad desean tu mal. Sencillamente: mala gente.
En los salones de clases, los estudiantes sobresalientes son presas fáciles de estos individuos que envidian sus altas calificaciones. Algo igual ocurre en el mundo real. Si cuentas con experiencia para ejercer algún cargo, de pronto te sacan la tabla y tratan de ver que no tienes la capacidad.
Si eres de esas personas que se la pasa k-gándose en la vida de los demás por placer, es mejor que frenes tus actos porque las cosas cuando son Dios no hay nadie que las frene.
Ante estos actos, lo recomendable es actuar con amor y no con odio. ¿Qué ganamos con invitar a pelear a estos individuos? Permitamos que la justicia verdadera cumpla sus propósito en esta vida y no le den color a las payasadas que hacen contra tí.
Otro consejo que le damos a quienes han sido blanco de estos ataques es esperar con paciencia. Perder la calma es lo que quiere el enemigo de tí, así que amigo espera con fe.