El Consejo de Seguridad de la ONU autorizó por unanimidad el envío de una fuerza de paz a Darfur, el primer gran paso de la comunidad internacional para detener el conflicto que devasta esa región de Sudán.
La resolución que autoriza el despliegue de una fuerza híbrida de Naciones Unidas y la Unión Africana fue presentada por Francia, Reino Unido y Eslovaquia, con el apoyo de Estados Unidos.
El texto contempla el despliegue de una fuerza mayoritariamente africana de 26, 000 efectivos, con el objetivo de estabilizar la región occidental de Sudán y proteger a su población civil, tras más de cuatro años de guerra.