Boca Juniors acabó tercero de la Copa Audi disputada en Munich (Alemania), tras vencer al Milan en la tanda de penaltis, a la que se llegó tras el gol de Viatri a falta de tres minutos para el final, después de que el Milan fuera por delante casi todo el partido, gracias a un tanto del brasileño Thiago.
Partido trabado y poco entretenido entre dos clásicos del fútbol mundial, que al día de hoy, están alejados de su mejor forma, aquella que les ha reportado tantos títulos y tantas alegrías a lo largo de la historia.
La realidad que se vio sobre el terreno del Allianz Arena en la primera parte fue la de un Milan bien asentado en el terreno de juego, tirando de oficio para controlar el partido, y esperando su oportunidad en alguna jugada, como fue el gol de Thiago Alves, que remató sólo a la red un centro de Borriello en el minuto 27.
El Boca Juniors renunció muy pronto al toque de balón, y quizá por la ausencia inicial de Riquelme, o por la excesiva agresividad de los italianos a la hora de disputar el balón, no encontraron la manera de enlazar jugadas, y su juego se limitó a lanzar pelotazos.