Saludos amigos y amigas del béisbol, bienvenidos a otra jornada de la pelota criolla, hoy en una mañana de meditación, de aprendizaje y de análisis por todo lo que ha estado sucediendo en los últimos días y que son de gran valor e importancia en nuestro béisbol.
Sin ánimos de defender a nadie ni tomar partido, sino ver las cosas de manera correcta, esperamos que las diferencias notorias entre Pandeportes y la Federación Panameña de Béisbol no sean perjudiciales para el deporte. Quiero ser claro y decir: Pan Deporte y Federación Panameña de Béisbol, y no usar los nombres de Omar Moreno y Franz Wever.
Todo este "revulú" de que si hay dinero o no, de que si hay apoyo o no, hace daño al mismo béisbol en su corazón, lo carcome como polilla en madera, lo rumea como ratón en queso ajeno y lo más sano sería que hubiese un entendimiento serio y de adultos.
Qué si hay que investigar algunos manejos de fondos: ¡Perfecto!
Lo de las ligas provinciales es una situación muy delicada. A veces me pongo a pensar, y me digo a mi mismo cómo es posible que los dirigentes de ligas provinciales y distritoriales se la pasan llorando y quejándose de que no hay fondos, que se la pasan sacando plata de sus bolsillos para poder operar y nunca quieren salir de sus puestos de presidentes de ligas.
¿Qué hay detrás de una Liga Provincial de Béisbol que quieren amarrarse a los puestos y no dar paso a nuevos dirigentes?
¿Cuántos presidentes de ligas provinciales trabajan y sustentan con sus quincenas sus modus vivendis?
¿A dónde van a parar los fondos de las cervezas y sodas que se venden en cada estadio?
¿A dónde va a parar el dinero que se genera por alquiler de puestos de comida dentro de los estadios?
¿A dónde van a parar los fondos del dinero que se recoge de las vallas publicitarias?
¿A dónde van los dineros de los llamados palcos privados?
¿A dónde van los dineros que se generan por la venta de jugadores a otros equipos?
La famosa ley que impide reelección a los presidentes de federaciones debería ser extendida a las ligas provinciales. Estamos a tiempo.
Señores, si esto no es rentable y se quejan a cada segundo, por qué no dejan esto y se dedican a su carrera o su vida personal.
¡Viva el béisbol!