Dos agentes de la Guardia Civil española murieron ayer en la turística isla de Mallorca, en un atentado atribuido a ETA, veinticuatro horas después de que la organización terrorista intentara una matanza en el norte de España cuando se cumplen 50 años de su creación.
Según el delegado del Gobierno en las Islas Baleares, Ramón Socías, las víctimas, que vestían de paisano y trabajaban en labores de mantenimiento, aparcaron el vehículo en las proximidades y tras entrar en el cuartel, volvieron al coche que explotó cuando intentaban ponerlo de nuevo en marcha.
Horas después del atentado, que ocurrió poco antes de las dos de la tarde (12:00 GMT), los artificieros de las fuerzas de seguridad hicieron una explosión controlada de una segunda bomba hallada en un vehículo situado en las proximidades del otro cuartel que la Guardia Civil tiene en Palmanova.
Antes de esta explosión controlada, fueron desalojadas viviendas y establecimientos de la zona.