Parece que el equipo de Panamá Metro que jugó ayer contra Venezuela en el primer partido de la segunda fecha en el Torneo Latinoamericano no era precisamente el equipo de Metro.
Dijo una vez con mucha sabiduría el comentarista Eric Espino... "Metro es Metro" y agregó "Señores".
Metro es Metro en todos lados... jugando de local, de visitante, en su patio, en el extranjero... de día o de noche, con frío o con calor.
Metro no se rinde ni se raja y siempre juega al mejor estilo de toque de bola, corrido y bateado, robos, habilidad, pimienta, picardía y el juega vivo. Ayer Metro perdió contra Venezuela, pero no jugó el juego tradicional que suele hacer, desde que se inventó el robo de bases, el toque y el bateo y corrido.
Ayer daba la impresión que no era el equipo que todos conocemos. Carlos Mosquera, su manejador, se olvidó del toque de bola y al final nunca pudo con el gran pitcheo del venezolano de Puertos Altagracia, José Olivares.
El lanzador venezolano mostró siempre la fortaleza, además de lanzamientos en curva y a 3/4... confundiendo a los metritos que sólo dieron tres aislados imparables. Mosquera para ganar tiene que volver al estilo del "juega vivo", dejar de lado el batazo, hablar con los muchachos. No todo se ha perdido, Metro tiene opciones de seguir peleando y tiene con qué hacerlo.
Hoy juegan ante el equipo de Ecuador a las 9:00 a.m. y deberán sacar la victoria, para estar en la pelea de los cuatro clasificados.
Sólo resta decirle a los muchachos del equipo que sigan adelante, la batalla apenas empieza y que demostraron que pueden hacer muchas cosas.
Bueno... aún queda tiempo, como decía mi amiga Yara Haydée: "Hay más tiempo que vida"... y Metro deberá pelear con dignidad, pues estamos en su patio y en su propio gallinero.
Para terminar un saludo a don Carlos Pagán que ayer leyó la carta pública que le dedicamos y nos dio sus puntos de vistas.
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