BANDAS MIXTAS ORGANIZADAS
Robos a residencias suben a más de 934 en 6 meses

Jennifer Pérez D.
Crítica en Línea

M
ás de 934 casos de hurto se han registrado en los primeros seis meses de 1998, donde los corregimientos de Bethania y San Francisco son los más afectados, revela un informe de la Policía Técnica Judicial (PTJ).

De acuerdo a estadísticas de la División de Delitos contra la Propiedad de la PTJ, los meses de abril y mayo fueron los de mayor actividad en cuanto al delito del hurto, reportando 198 y 160 casos, respectivamente.

En los últimos años, investigaciones de la PTJ han detectado el funcionamiento de varias bandas mixtas organizadas que operan principalmente, en el área metropolitana.

Estas organizaciones delictivas en su mayoría, integradas por extranjeros (colombianos) utilizan mujeres para guardar la mercancía hurtada de las residencias.

El sistema para obtener ganancia está en la venta de los electrodomésticos, prendas y demás objetos de valor en el mercado negro o en otra situación, entregando la mercancía a casas de empeño donde obtienen un precio irrisorio y jamás pasan a retirar los artículos.

Los delincuentes acostumbran vigilar la hora de entrada y salida y los días de ausencia de los residentes de la casa seleccionada para así determinar cuándo cometer el hurto. Herramientas como elevador mecánico (gato), destornilladores, pata de cabra, entre otras son las más utilizadas por los malhechores para violar las ventanas, verjas de metal y paletas de vidrio de las residencias.

También, los antisociales se ayudan de vehículos hurtados o con matrículas hurtadas para despistar a las autoridades a la hora de verificar la descripción del vehículo proporcionada por testigos de los hechos. Para evitar ser víctimas de un hurto residencial se recomienda a la ciudadanía evitar dejar su vivienda sola, al viajar al interior del país, coordinar la vigilancia de su residencia con vecinos, familiares o amigos y dejar con ellos una dirección o teléfono para ser localizado.

 

 

 

 

 

 


 

Investigaciones realizadas por la PTJ revelan que los autores de este tipo de delito, son integrantes de bandas mixtas organizadas, la mayoría de ellas conformadas por delincuentes extranjeros (colombianos). En estas bandas, generalmente, las mujeres se encargan de esconder la mercancía hurtada para luego venderla en el mercado negro o cambiarla por efectivo en casas de empeño.

 

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