Hoy una madre revive su dolor. Cuando en muchos hogares habrá mayor alegría por la celebración del Día del Niño, en la casa de Saulito Ramos, el chico de tres años que hace poco murió tras un piquete de alacrán, la tristeza será en grado superlativo.
Su madre Rubiela Vásquez escribió el viernes un pequeño recordatorio: "A quien en vida llenó a sus padres de mucha alegría y gozo, ahora ha partido con el Señor Jesucristo para ser uno más de sus ángeles". El 13 de julio se cumplían dos meses de la partida de Saúl.
El domingo 13 de mayo -este niño que tenía a Barnie como su personaje preferido- fue picado por un alacrán cuando viajaba junto a su padre en un vehículo hacia su casa en Villalobos.
"Ay papá, me picó una avispa", le exclamó Saulito a su padre Esteban Ramos. El niño fue llevado a la policlínica J.J. Vallarino y al Hospital de Especialidades Pediátricas de la Caja de Seguro Social, pero no tenían el antídoto. En el Hospital del Niño se le aplicaron dos dosis del suero, pero estaban vencidos.
Saulito apenas duró siete horas con vida tras el piquete mortal. Luego se descubriría que en el almacén central del Ministerio de Salud existía una caja con 400 dosis del antídoto. La falta de comunicación entre instituciones de salud, cobró la vida a un niño.
Hoy a pesar de la partida, resuenan por cada rincón de su residencia en Villalobos las risas, los gritos, esos gestos inquietos de un pequeño que era el alma de la familia Ramos.
Saulito, un niño con una inusual inteligencia para su edad, era como una especie de esponjita, todo lo que aprendía y absorbía, nada se le olvidaba, por eso es que hoy a dos meses de su partida, suena extraño, y hasta desgarradoramente triste, no poder escuchar la frase a la que recurría cuando hacía alguna travesura y para prevenir alguna reprimenda exclamaba: "Mami, te amo".
En medio de lágrimas, la señora Rubiela recuerda que su hijo era muy querido no sólo por sus familiares, sino también por la comunidad.
En el corazón de esta madre, aún están claros los recuerdos de la tragedia, de aquel fatídico mes de mayo cuando un alacrán con su picada le robó la esencia de vida a su pequeño, pero para ella más doloroso fue la indiferencia médica con que fue atendido su hijo en la Policlínica JJ Vallarino, donde a su parecer se perdió un tiempo vital clave, que a la postre significó la diferencia entre la vida y la muerte.
"A mi hijo no lo mató la picada del alacrán, lo mató la indiferencia de aquellos que están llamados a salvar nuestras vidas, a suministrarnos salud, lo mató el sistema que no surte de los insumos necesarios a nuestros centros hospitalarios.
Hoy en que se celebra el Día del Niño, muchos pequeños serán agasajados, pero el principal regalo que se le debe dar todos los días del año, es amor.
Los adultos y las autoridades deben preocuparse para que nunca más se repitan tragedias como la de Saulito.
PICADURA DE ALACRAN
El envenenamiento provocado por el piquete de alacrán, la gravedad del caso depende de la especie. También se ha observado que puede ser mortal en niños pequeños y ancianos.
MANIFESTACIONES SE PRESENTAN CON LA PICADURA
Las manifestaciones varían en importancia.
En las menos peligrosas puede haber hinchazón, moretón y dolor ardoroso en el lugar de la picadura.
Sensación de quemadura y como piquetes de alfileres.
Adormecimiento que se va extendiendo rápidamente (menos de una hora).
De 1 a 2 horas malestar general, inquietud, lagrimeo, salida de moco, salivación, sudoración, nausea y vomito.
Ataques (convulsiones).
Latido cardiaco rápido e irregular.
Pérdida de la conciencia.
De no atenderse, la muerte puede ocurrir de 30 minutos después de la picadura hasta 12 o 48 hrs.
¿QUE HACER ANTE UNA PICADURA?
Acudir de inmediato a la unidad de salud para que le apliquen el suero antialacrán.
¿QUE NO DEBO DE HACER ANTE UNA PICADURA?
Evitar ingerir o aplicar remedios caseros, ya que solamente retardan el tiempo de atención médica y ponen en riesgo la vida del paciente al no ser atendido a tiempo.
¿QUE SE DEBE HACER PARA EVITAR LA PICADURA?
El alacrán tiene hábitos alimentarios nocturnos y dentro de la casa gusta alojarse en rendijas de la pared y techos, aunque también lo hace en las ropas de cama, prendas de vestir, interior de zapatos, detrás de calendarios, roperos, cuadros y todo lo que pueda servir de escondite, por eso es necesario realizar las siguientes medidas de prevención:
Mejorar y limpiar la vivienda, eliminar dentro y alrededor de la casa todos los escombros y muebles inservibles, acumulados de leña, piedra o cualquier otro material que permita el refugio y criadero del alacrán
Mantener en buenas condiciones la casa, rellenar grietas y agujeros en los muros y pintarlos o encalarlos para que se pueda ver al alacrán y evite una posible picadura.
Cortar las ramas de los árboles que alcanzan techos, paredes, puertas o ventanas.
Las señales de alarma ante la picada de un alacrán son: dolor agudo, hinchazón, hormigueo e insensibilidad en la parte afectada, calentura, dolor de estómago, dificultad para hablar, ataque o convulsiones, dificultad para respirar, pérdida del conocimiento.