Cerca de 500 soldados del Ejército colombiano fueron retirados de las filas de esta fuerza, ante denuncias de corrupción, supuestos vínculos con la guerrilla y nexos con paramilitares.
Según el Diario El Tiempo, entre los retirados se encuentran oficiales sospechosos de corrupción administrativa y dos suboficiales que reconocieron haber asesinado a un campesino. Algunos están a disposición de la Justicia Penal Militar y cuatro han pasado a la justicia ordinaria, por delitos cometidos fuera del servicio.