EDITORIAL
El MICI responde al clamor popular
El reconocimiento unánime de la comunidad ha recibido el Ministerio de Comercio e Industrias, al prohibir la extracción de arena submarina en la playa de Farallón, jurisdicción de la provincia de Coclé, salvando con esta medida la destrucción de un área turística.
Veinte empresas estaban optando por dicha concesión, pero el MICI atendiendo el clamor popular, ha prohibido definitivamente que se saque arena en un sitio alejado de las costas y que garantizaba el desastre ecológico. Grupos ambientalistas y empresarios turísticos, además de algunas compañías areneras que por más razones de seguridad y estudios de impacto ecológico que dieron como valedera las intenciones de su proyecto, no fueron suficientes razones para prever que no podría ocurrir un desastre ecológico en el área.
La sospechosa actitud del ANAM despertó muchas suspicacias tomando en cuenta que trató de justificar la extracción y para ello dijeron que las compañías interesadas supervisarían dicha actividad. El turismo genera miles de empleos y siendo Panamá un país eminentemente turístico, no se puede sacrificar la industria sin chimeneas por complacer a unos cuantos empresarios areneros que no convencieron a las autoridades de las bondades de la proyectada extracción.
La presidenta Mireya Moscoso, que inicialmente ordenó la suspensión de la extracción de arena y cascajo del río Pacora, debe proceder a que se cumpla su mandamiento, porque todo parece haber quedado en nada por los intereses creados. La Mandataria debe mirarse en el espejo del crimen ecológico que se ha cometido contra los ríos Yegüada, Las Peñitas, Paso El Medio y Cabuya en el distrito de Chame y en las playas del litoral chamero donde arruinaron el turismo de ese distrito del Oeste de la provincia de Panamá, por la concesión que le dieron a una empresa constructora que nunca reparó los daños que les dejaron a esas comunidades. Por eso la acción del MICI hay que aplaudirla, pero mantenemos cierta reserva porque este gobierno un día dice una cosa y al día siguiente otra. Esperamos que no se repita lo del río Pacora, que ha sido la ruina turística del pueblo.
Con el rechazo de las intenciones de las empresas areneras, el gobierno ha evitado un levantamiento popular porque el pueblo ha aprendido a defender sus recursos naturales. Esto tiene su efecto multiplicador y las compañías areneras tendrán que buscar su materia prima en otra parte donde no se afecte el turismo. Por el momento, los empresarios hoteleros tienen un alivio y deben reanudar sus proyectos de ampliar sus instalaciones.
PUNTO CRITICO |
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