Durante las últimas semanas se ha hablado mucho de la posibilidad de que un conspicuo activista del Partido Arnulfista, quien actualmente ocupa un importante cargo dentro del Órgano Ejecutivo, se integre al Órgano Judicial como magistrado de la Corte Suprema de Justicia.
Este funcionario puede tener todas las credenciales necesarias para ocupar esta delicada posición en la Corte. Nadie discute eso. Lo nefasto es que se siga llenando la Corte con "políticos profesionales" que no hacen otra cosa que quitarle la credibilidad a esta entidad, que ya de por sí tiene una maltrecha reputación.
También es cierto que todos los gobiernos anteriores hicieron lo mismo. Cada presidente intentó poner en la Corte Suprema a sus amigos, copartidarios y cómplices. ¿Es lo mismo que se quiere hacer ahora?
Panamá está muy lejos de ser una nación civilizada y moderna, debido a esta actitud tribal, de llenar importantes instancias con personas más identificadas con la política partidista, y no con el saber y la justicia en su más alto nivel. |