Estados Unidos entregó el poder el lunes a un gobierno iraquí interino dos días antes de lo previsto, a fin de frustrar ataques de los rebeldes, con una ceremonia sorpresiva que formalmente pone fin a 14 meses de ocupación.
El gobernador saliente de Estados Unidos en Irak, Paul Bremer, entregó un documento a los líderes iraquíes, sellando así el traspaso formal de poderes, antes de abandonar el país.
Los miembros del nuevo gobierno iraquí fueron juramentados una ceremonia horas después. El primer ministro Iyad Allawi dijo que todos los iraquíes permanecerían unidos contra los militantes radicales extranjeros que están ocasionando el caos.
La discreta ceremonia reflejó los temores de que los insurgentes pudieran realizar un ataque espectacular el 30 de junio.