El aislamiento del aeropuerto internacional, la movilización y alerta del Ejército y una tácita amenaza de represión a sus partidarios, es el inusual ambiente de crispación que rodea al retorno del líder opositor Lino Oviedo, previsto para el martes.
La presencia de Oviedo en Paraguay alterará radicalmente los planes del presidente Nicanor Duarte, cuyos partidarios habían comenzado a difundir un plan de reelección para 2008 mediante el cambio de un artículo constitucional.
Oviedo -cuya fama deviene de 1989 cuando obtuvo la rendición del ex dictador Alfredo Stroessner (195489) tras un golpe militar- se encuentra prófugo desde el 28 de marzo de 1999, día en que su ahijado político, Raúl Cubas, se vio obligado a renunciar.