Jovial, trabajador, emprendedor y un hombre sumamente luchador, así era Eduardo Enrique Jiménez Castillo, quien antenoche fue asesinado de tres disparos que le propinaron dos sujetos en el portal de su casa, ubicada en calle 13, de la urbanización Monterico, en la 24 de Diciembre.
"¡Hey, Eduardo!", gritó uno de los homicidas y al asomarse le dispararon en el estómago.
Jiménez tenía 57 años, y acababa de llegar de su trabajo, donde había laborado durante los últimos 18 años. Se disponía a cenar, cuando escuchó que alguien lo llamaba desde la acera.
Sin imaginar lo que le esperaba, Eduardo abrió la puerta y casi de inmediato los dos sujetos abrieron fuego contra él.
La víctima sólo logró emitir un grito de auxilio, que fue escuchado por una vecina, quien al darse cuenta de lo que había sucedido, intentó socorrerlo junto con otros amigos, pero todo fue en vano, ya que llegó muerto a la clínica.
Algunos familiares de Eduardo sospechan que una dominicana, que fue mujer de Jiménez, es la sospechosa de ordenar el crimen, ya que mantenían una disputa por la propiedad de la residencia.
La mujer había viajado hace seis meses a Hungría y desde allá amenazaba a Eduardo para que vendiera la casa y le enviara dinero.