Saludos amigos y amigas, bienvenidos al viernes de cucarachas, hoy con un avispero en medio de la "selecta" que se entrena para los Juegos Panamericanos.
Todo parece que tenemos un tremendo rollo con peloteros pidiendo algunas mejoras y con los federados dispuestos a acabar con la historia, cortando la mata por la raíz.
Ayer hablaba con un pelotero en el ciber-espacio, a través de la magia del internet.. y me contaba de la posibilidad de irse a huelga en el día de hoy, tras un acuerdo entre los peloteros.
Fue una situación comprometedora. Los peloteros pueden pelear sus derechos, siempre y cuando mantengan la unidad. Cuando se rompa la unidad y alguien por temor abandone el barco, todos se hunden.
Los peloteros realmente son los protagonistas estelares de esta novela. Los federados son los autorizados para guiar las riendas de la pelota y hacer funcionar el sistema y mejorarlo.
Los peloteros están en su derecho y los federados en la obligación de atenderlos. No se puede encarar una situación como esta, obviando el dialogo o cortando el problema con una tijera de prepotencia.
El béisbol ha ido en ascenso y el 2007 fue grande en ganancias, aficionados y nivel técnico. Los peloteros no son tontos, en la pelota todos ganan, desde el vendedor de cerveza (ahora vende más por juego, pues hay más aficionados), hasta el comentarista radial, las televisoras (son dos) y muchos otros, excepto el jugador, que sigue recibiendo bajos viáticos.
La pelea es con orden.. si los jugadores logran organizarse y hacer un buen trabajo colectivo, pueden conseguir algunas cosas.
La federación debe encarar el asunto con respeto, seriedad y darle la oportunidad a los jugadores a expresarse y llegar al dialogo.
No es productivo, que en un año de gloria, de grandes momentos en los torneos nacionales y la medalla de oro en Venezuela, se empañe por no ir al dialogo. Hoy será un día importante para la pelota panameña. Peloteros en rebelión y una Junta Directiva que se prepara para su reunión plenaria en el hotel de playa, Decameron. Los jugadores deben designar sus vocales y conversar con los federados y llevar las cosas bien.
¡Viva el béisbol!